Cerro del Tigre

Oaxaca amaneció bonita y con sus angostas calles de piedra mojadas por una sutil lluvia. La neblina cubrió Monte Albán, nombrado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, pero a media mañana se despejó la bruma y nos permitió admirar lo que queda de sus templos y palacios que se comenzaron a erigir en el año 500 a.C., ahora habitados por aves, lagartijas, y nostalgia.
En lo que funcionara como capital Zapoteca descansan ruinas de un espacio donde se practicaba el juego de la pelota, un observatorio y lo que fuera un reloj de Sol, los zapotecos conocían la rotación de la Tierra, y entendían las estrellas y el ritmo de las constelaciones. La Colina del Jaguar, la Montaña Sagrada, Monte Albán cuyos cerros se rebanaron a mano, piedra por piedra, de septiembre a enero se cubre de cazahuates, flor blanca oaxaqueña.
Lugar sagrado de tumbas y residencias, de terrazas y canales, de edificios con jeroglíficos y de una magnífica plaza es el sitio arqueológico más importante del Valle de Oaxaca. Su declive comenzó alrededor del siglo VIII, y ahora sus vestigios cuentan la historia de una gran civilización que gracias a su agricultura y a sus avanzados sistemas sociopolítico y económico convirtiera a Monte Albán en una metrópoli.
~Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca
